La importancia de Ángela en el arte de Costa Rica es muy grande. Ella fue la primera mujer escultora de nuestro país graduada en Bellas Artes y también la primera en dedicarse profesionalmente a la escultura.
Ángela creció junto a sus cuatro hermanos y dos hermanas en una casa muy linda junto a la iglesia de la Soledad, en una vivienda que ahora es patrimonio histórico – arquitectónico (hoy conocida como casa de San Pancracio, santo del que Ángela era muy devota).
Estudió en la Academia Nacional de Bellas Artes de San José, de donde salió como la primera escultora profesional graduada en Costa Rica y también fue al extranjero a formarse, a Barcelona (España).
Su habilidad hizo que trabajara los bustos de muchas figuras importantes del país de la época, como los del obispo Gaspar Stork (ubicado en el costado norte de la Catedral y que fue la primera escultura realizada por una mujer en Costa Rica que estuvo expuesta al público), Ricardo Moreno Cañas (en el Hospital San Juan de Dios), Rafael Yglesias Castro (en el Ferrocarril al Pacífico), Marqués de Peralta (en Cartago) y Cleto González Víquez (en Barva de Heredia).
Además, fue profesora de dibujo y modelado en la Universidad de Costa Rica, en la Escuela de Bellas Artes.
