A finales de febrero se aprobó en primer y segundo debate el proyecto de Ley contra el Hostigamiento y Acoso Sexual en el Deporte.
Por: Fiorella Montoya
Con el pasar del tiempo se escuchan más voces, con ello la apropiación de espacios y el “libres y seguras” hace eco en cualquier circunstancia. La práctica del deporte es un sitio donde se ha demostrado que ocurren situaciones de acoso y hostigamiento, en su mayoría contra las mujeres; esto se busca erradicar.
“Tanto el acoso como el abuso sexual se producen en cualquier deporte y a cualquier nivel, y parece ser que con mayor frecuencia en el deporte de élite. (…) Los miembros del entorno del atleta que ocupan puestos de poder y autoridad suelen ser los principales autores, aunque los compañeros de los atletas también suelen identificarse como autores y normalmente son con más frecuencia personas del sexo masculino que del sexo femenino”, explica ONU Mujeres con base a lo mencionado por el Comité Olímpico Internacional.
Es por ello por lo que, en la Asamblea Legislativa se votó el proyecto de ley 21.192 el cual busca sancionar estas conductas. La impulsora fue la legisladora María José Corrales quien en su momento fue atleta y su profesión como fisioterapeuta la llevó a conocer situaciones de este tipo.
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“En un foro en 2018 tuvimos vivencias bastante emotivas. Incluso una de las atletas presentes nos contó su experiencia a viva voz, era la primera vez que lo hablaba en público. Luego, empezamos con la planificación del proyecto de ley que lo vimos como una necesidad real (…). No solamente es en la práctica, sino en todos sus contextos de preparación o en algún otro momento en el que se comparta la formación, el aprendizaje o el disfrute del deporte, se determinan cuáles son las conductas que se deben prevenir y sancionar”, explicó la diputada Corrales.
Se establecieron tres tipos de situaciones de acoso u hostigamiento: Requerimientos de favores sexuales en el ámbito deportivo, lenguaje verbal oral o escrito y no verbal (gestos, ruidos, silbidos, jadeos o gemidos) y acercamientos corporales u otras conductas físicas de naturaleza sexual, indeseados y ofensivos para quien los reciba.
Por otra parte, se establecieron los tipos de sanciones: “Se da desde una amonestación por escrito con copia del expediente personal, una suspensión no menor de un mes, puede ser un despido o destitución del equipo o entidad deportiva y cuando se trate de un menor de edad el que comenta el acto se establece la imposibilidad de participar y pertenecer a la entidad deportiva”, explicó Corrales.
¡No más!
Las situaciones que ocurren dentro del deporte son reales, incluso el Comité Olímpico Nacional (CON), desde 2017, lucha en contra del acoso y el hostigamiento a nivel educativo y con protocolos de denuncia. Ante esto también realizaron una encuesta a 200 atletas en 2019, la cual reveló datos importantes ante esta realidad silenciosa.
“Siete de cada 20 deportistas habían sufrido al menos una situación de acoso sexual en un contexto deportivo de diferentes edades, mujeres 73%, hombres 27%, con diferentes frecuencias en diferentes lugares (competiciones, entrenamientos, en el hotel, en el bus). En su mayoría son hombres los que han acosado, pero también hay mujeres y lo que más dijeron es que eran miradas constantemente morbosas, comentarios intimidatorios, asedio con bromas y con preguntas con contenido sexual o insinuaciones”, explicó Teresita Anchia, directora de Talento Humano del CON.
Ser víctima de una de estas situaciones implica consecuencias graves en las deportistas, pues daña la participación en los equipos, implica ansiedad y el sentirse humillados, así como en algunos casos el abandono del deporte.
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A pesar de que todas las federaciones y organizaciones deportivas deberán tener sus protocolos de denuncia; uno de los deportes que más celebra este tipo de proyectos de ley es el fútbol femenino pues según estadísticas reveladas por el INAMU, de 80 jugadoras un 32,5% han sufrido violencia en el deporte, un 46,2% hostigamiento o acoso sexual y un 27,8% ha recibido conductas o manifestaciones inapropiadas sin saber que se trataba de hostigamiento u acoso.
“Estas leyes son muy valiosas, sin importar la edad o el género debemos conocerlas. Para ellas (niñas de ligas menores), es un respaldo muy importante que las protege de cualquier situación incómoda que se pueda presentar. Lo más importante es que siempre estén seguras y no tengan ningún miedo si lamentablemente vivieran alguna situación comprometedora”, dijo Wendy Acosta jugadora de fútbol y entrenadora de divisiones menores.
Uno de los mayores retos a los que se enfrenta el deporte nacional ante estas normativas es a un cambio cultural, donde no se normalicen las conductas y se conozcan los mecanismos para denunciar, incluso el CON cuenta con un apartado en su página web para dar a conocer estas situaciones.
“Creo que va a ser un gran paso a nivel país, pero debe haber un proceso educativo, una campaña y un cambio de cultura”, mencionó Anchia.
A pesar de ello, poco a poco se levantan más voces y se erradica el acoso en cualquiera de sus formas, una victoria más, un grito más fuerte y un gane para el deporte nacional.