Tus papás no lo saben (y puede que tú tampoco), pero que te hayas convertido en toda una ‘killer’ en el Fortnite es bueno para tu carrera.
Por: Daniel Zueras
La mala fama de los videojuegos entre (nosotros) los adultos es de dimensiones siderales. Épica, podríamos decir. Estos se llevan hoy la palma en el momento de repartir culpas cuando hay un tiroteo masivo en Arkansas o similares (ya nos dice el tío Donald que el problema no son las armas de fuego), y si son shooters, ni qué decir.
Pero mira por dónde, si van tus papás y te quitan la consola o el teléfono de las manos por estar jugando Fortnite, Assassin’s Creed: Odyssey, o Fallout 76 (por citar algunos ejemplos), tal y como informa bigthink.com, podrían estar teniendo la equivocación de su (tu) vida. Porque ser una gamer no es, para nada, malo.
Resulta que el estudio de la británica Anesa Hosein (Universidad de Surrey) muestra una gran correlación entre las chicas que son grandes jugadoras de videojuegos, y la probabilidad de que estas continúen su carrera enfocadas a obtener títulos en el ámbito de las Ciencias Naturales, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés).
Hosein escribió un artículo sobre Computadoras en el comportamiento humano encuestando a 481 mujeres y 333 hombres.
La formación en STEM es fundamental para la ruptura del techo de cristal por parte de las mujeres, dentro de las organizaciones, ya que les da herramientas para acceder a los puestos ‘duros’, donde está la capacidad de análisis y toma de decisión de la empresa.
El análisis demuestra que las chicas que actualmente estaban estudiando un título de STEM tenían más probabilidades de ser jugadoras y participar en partidas multijugador.
Los resultados del mismo concluyeron que las niñas de entre 13 y 14 años que jugaban más de nueve horas de videojuegos a la semana eran más propensas a obtener un grado STEM, si bien también está influenciado por su estado socioeconómico; un patrón que no se mantuvo entre los chicos.
Los datos provienen de dos conjuntos de datos diferentes. Uno sobre la Net Generation, con información sobre los estudiantes en su primer año de vida universitaria; y el segundo es el Estudio Longitudinal de Jóvenes en Inglaterra, realizado en siete oleadas a jóvenes ingleses entre 13/14 años (primera ola) y 19/20 años (séptima ola). Ambos conjuntos de datos contenían información sobre el uso de videojuegos y la elección del grado.
El análisis incide en que, cuanto más juegue una niña, más probable será que sea un factor positivo para alentarlos a obtener un título STEM. Las jugadoras femeninas tenían más probabilidades de obtener un grado STEM en comparación con los niños. Independientemente del tipo de juego que prefirieran jugar: acción, MMORPG (videojuego de rol multijugador masivos en línea), rompecabezas, plataforma, todos tuvieron el mismo impacto para los futuros estudiantes de STEM.
Eso sí, hay que tener claro que no todas las chicas que juegan videojuegos se inclinan por estudiar STEM, y viceversa.
Pero la correlación existe, así que será mejor que los adultos no satanicemos los videojuegos.