De acuerdo con datos de la OIT, hasta finales de 2021 aún faltaban por recuperar unos 4,2 millones de empleos que pertenecían a mujeres hasta antes de la pandemia por COVID-19. Costa Rica, pese a las ayudas instauradas en la pandemia, todavía tiene la tarea pendiente con las mujeres activamente económicas.
Por Paola Barrera
23,6 millones de puestos de trabajo ocupados por mujeres se perdieron en el peor momento de la crisis por COVID-19, en el segundo trimestre de 2020, de acuerdo con los más recientes datos proporcionados por la Organización Internacional del Trabajo (OIT). De estos, hasta finales de 2021, aún faltaban por recuperar unos 4,2 millones.
El dato solamente refleja los empleos perdidos por mujeres en América Latina y El Caribe y contrasta que, a la fecha, para los hombres ha sido más fácil la reinserción, ya que la mayoría de los puestos cesados por la crisis sanitaria se habían recuperado prácticamente por completo en 2021, es decir, los 26 millones de empleos perdidos en ese momento ya están reactivados, de acuerdo con la institución.
El panorama regional no es diferente al que se vive en Costa Rica y esto lo podemos confirmar al ver los más recientes datos de la Encuesta Nacional de Empleo (ECE) DEL Instituto Nacional de Estadística y Censos, que indica que para en el trimestre móvil (de noviembre 2021 a enero 2022), el desempleo alcanzó el 13,1 %, con la tasa de desempleo más alta entre las mujeres, 16,8 %, frente al 10,6 % de los hombres. Cabe destacar que en el punto más álgido de restricciones por la pandemia (de mayo a junio de 2020), el desempleo había alcanzado el 24,4 %.
La población desempleada en enero del presente año se estimó en 319.000 personas, de estas 155.000 son hombres y 163.000 mujeres. “En forma interanual, la población desempleada disminuyó en 149.000 personas, 66.000 hombres y 83.000 mujeres, estas disminuciones son estadísticamente significativas”, detalla la institución.
La OIT destaca que la tasa de participación regional de las mujeres que rondaba 41% a comienzos de los años 1990 había subido en forma constante hasta 52,3% en 2019 (promedio de los primeros tres trimestres). Sin embargo, en 2020, en ese mismo período bajó a 47%, aunque ese año el promedio regional llegó a estar en 43%, con el retorno parcial a algunas actividades.
Para 2021, la tasa de participación registró una recuperación insuficiente para decir que hubo nivelación, pues subió hasta 49,7%, 2,5 puntos porcentuales por debajo de los niveles pre-pandemia.
Ahora nos queda mucho camino por recorrer y apuntar a más estrategias que permitan que las mujeres reinsertarse a la vida laboral, pero no solo desde el ámbito económico o político, sino que también las políticas sociales son de suma importancia y urgencia.
Compromiso para la recuperación de empleo femenino
Al ver los datos duros podemos ver que el panorama para las mujeres aún es difícil en el ámbito laboral, pero, según expertos, el camino recorrido hasta antes de la pandemia por las profesionales no será en vano, pero para volver a recuperar los datos de igualdad se debe trabajar en conjunto e impulsar medidas que favorezcan la reinserción de la mujeres a la plaza laboral.
El Banco Mundial estima que a nivel global las diferencias entre los ingresos totales previstos a lo largo de la vida de hombres y mujeres es de US$172,3 billones, lo que equivale al doble del Producto Interno Bruto mundial.
“Este 8 de marzo (de 2022) en el Día Internacional de la Mujer debemos tener muy en cuenta que enfrentamos un retroceso preocupante en la igualdad de género en el trabajo, y por lo tanto la región necesita redoblar esfuerzos para recuperar el terreno perdido y generar más y mejores oportunidades laborales para las mujeres”, reflexiona el director de OIT para América Latina y el Caribe, Vinícius Pinheiro, al presentar la nota técnica “América Latina y Caribe: Políticas de igualdad de género y mercado de trabajo durante la pandemia”, que forma parte de la serie regional Panorama Laboral en tiempos de COVID-19.
“Dos años atrás cuando comenzó la crisis a mediados de marzo de 2020 las mujeres fueron afectadas por una catastrófica pérdida de puestos de trabajo y de ingresos. La desocupación femenina aumentó, pero lo más impactante fue la salida masiva de la fuerza de trabajo que llevó las tasas de participación laboral a niveles que no se veían hace dos décadas”, comentó Pinheiro.
El análisis de OIT dice que las medidas adoptadas para atender la emergencia sanitaria, como el cierre de los centros educativos y de cuidados en forma generalizada, tuvieron un impacto negativo en la participación laboral femenina.
A ello se agregó que los sectores de actividad donde más impactaron las medidas de aislamiento social (comercio, restaurantes y hoteles, y actividades de esparcimiento entre otros) son intensivos en mano de obra femenina.
Según el informe del Banco Mundial titulado La Mujer, la Empresa y el Derecho 2022, alrededor de 2.400 millones de mujeres en edad de trabajar no tienen igualdad de oportunidades económicas, y 178 países continúan con barreras legales que les impiden participar plenamente en la economía. En 86 países, las mujeres enfrentan algún tipo de restricción laboral, y 95 países no garantizan la igualdad de remuneración por un trabajo de igual valor.
En el marco del Día Internacional de la Mujer, todos los ciudadanos estamos llamados a reconocer el papel y valor de la mujer en las sociedades e impulsar su desarrollo, para lograr alcanzar la tan soñada igualdad de género.