Fundación Golees empodera a 135 mujeres de la Carpio (de diez a 60 años) a través de un equipo de fútbol femenino, donde practican algo más que el deporte que les apasiona.
Por: Fiorella Montoya
El hecho de cambiar los problemas por un balón de fútbol, en un barrio señalado como conflictivo y estigmatizado por la sociedad costarricense, representa una carga menos o como ellas le llaman: libertad.
Esto es lo que hace desde marzo de 2019 la Fundación Golees (con apoyo de Fundación Sifais) en La Carpio, donde tres veces por semana reciben a cerca de 135 mujeres dispuestas a correr dentro de una cancha, a atrapar su valor y adueñarse de sus derechos.
Golees tiene un profundo significado, no es un nombre escogido al azar: Género, Orgullo, Libertad y Empoderamiento de Ellas en la Sociedad; estandarte que alzan las jugadoras.
El proyecto llegó a manos de Carme Salleras, una futbolista española que terminó enamorándose de la Carpio y su gente. “Nace a raíz de un proyecto que llevé a cabo para el final de mi tesis en Educación Social, con una duración de cuatro meses; luego me volví a España a presentar la tesis pero, claro, ya estaba latente esa necesidad de seguir esto. No solo por mí, sino por las más de 100 niñas y mujeres de la Carpio”, explicó Salleras, delegada ejecutiva.
Aparte de jugar al fútbol, las participantes aprenden acerca de sus derechos humanos, la búsqueda de igualdad de género y valor propio. El equipo lo conforman mujeres y niñas desde los diez años, hasta mujeres de 60.
Nixa Rodríguez es una de ellas, una joven de 20 años -y estudiante de contaduría pública- que forma parte de la fundación desde el inicio: “He aprendido desde cómo jugar fútbol, hasta cómo valorarme por lo que soy, cómo hacer respetar mis derechos, socializar y ,sobre todo, aceptarme a mí misma a pesar del entorno que me rodea”.
Libertad y apoyo
Dentro de los propósitos de Golees está el ser un espacio para liberar tensiones, olvidar los problemas y aprender que en la cancha son jugadoras de fútbol sin distinción alguna.
“Se sienten libres. Una de ellas, por ejemplo, me dice: ‘Es el único espacio en el que yo, que soy nica no veo esa diferencia, no hay nicas ticas’. Sé que hay muchachas que están en problemas de drogodependencia, otras en temas complicados de violencia de género…. Siempre les digo que cuando entran en la cancha son jugadoras de Fundación Golees, ni Pepita, ni Juanita”, explicó Carme.
Por otra parte, no solo se ha convertido en un equipo de fútbol, o un lugar donde aprender del valor de sí mismas, sino que como ellas mencionan, es una segunda familia.
“Las quiero mucho a todas, quisiera estar ahí con ellas casi todo el tiempo. Hay muchas muchachas que nunca las había visto a pesar de que vivimos en el mismo barrio. El compartir y, sobre todo, apoyarnos como mujeres me ha encantado”, dijo Rodríguez.
Pero no solo Carme impulsa la fundación. La española recibe apoyo de Sifais, y poco a poco se han ido uniendo psicólogas, trabajadoras sociales y deportistas. Algunas de ellas son la triatleta Mauren Solano, jugadoras de Dimas Escazú y del Saprissa Fútbol Femenino, como Carolina Venegas quien por primera vez compartió con las jugadoras el pasado miércoles.
“Voy a volver a ir, para mí significaba mucho conocer un poco más a fondo sus historias. Porque yo llegué y les conté mi vida, pero fue un golpe de muchas cosas por las que usted se aflige, que no son tan fuertes como las que a ellas las aflige. Tal vez ellas aprendieron algo de mí, pero fue más lo que yo aprendí de ellas”, expresó Venegas.
Ahora, la fundación continuará entrenando a más de 100 mujeres y niñas que se funden en abrazos de gol y gritos de valor.