La gran final de fútbol femenino rompió récord de asistencia en el Alejandro Morera Soto donde se enfrentó Codea Alajuelense y el Saprissa Fútbol Femenino
Por: Fiorella Montoya
Pólvora, largas filas para ingresar, las graderías del estadio totalmente abarrotadas, fotógrafos y prensa lista. Sonó el pitazo inicial y la afición nunca dejó de alentar, no fue un partido normal fue uno histórico, una final del fútbol femenino con más de 17.000 personas observando el espectáculo.
“Para mí, es un sueño hecho realidad” fueron las palabras que utilizó Shirley Cruz para describir el ambiente en el reducto rojinegro, recordando las noches mágicas que vivió en Francia pero esta vez fue en la tierra y con el equipo de su amores.
Durante tres juegos consecutivos se rompió récord, primero fue en el Rosabal Cordero, luego en el Ricardo Saprissa con casi 7.000 asistentes, pero luego llegó el último partido y casi 17.000 voces se hicieron presentes.
“Uno tiene que ver con claridad las señales que van dándose en esta industria del fútbol. Creo que tendrá crecimiento exponencial en próximos años, convenciendo a empresas para patrocinios, pero ya a pasos grandes en afición”, dijo Fernando Ocampo, presidente de Liga Deportiva Alajuelense, refiriéndose al futuro del fútbol femenino en Costa Rica.
Hace unos meses para el fútbol femenino del país era inimaginable el hecho de llenar un estadio, de tener un lugar donde entrenar, o incluso tener un contrato; pero gracias a que los clubes masculinos se han ido incluyendo y la afición se identifica, el crecimiento ha sido exponencial.
“En el polideportivo entrenamos en una cancha pequeña porque solo había una, no estaban las condiciones y al tocar las puertas nos abrieron el Centro de Alto Rendimiento (CAR) de la Liga, donde entrenamos cuatro días por semana, tenemos todas las comodidades. Yo creo que vivimos de motivación, y de ahí la motivación de ellas”, mencionó Mercedes Salas, promotora de Codea Alajuela.
El récord en asistencia es como las mismas jugadoras lo llaman un “gane” para el fútbol femenino, pues durante el año han conseguido un gran apoyo.
Aparte de la alianza de Codea – Alajuelense, también se dio la de Moravia y el Herediano. Además, Saprissa FF alcanzó los patrocinios suficientes para auto sostenerse e incluso asegurar a las jugadoras.
“No lo esperábamos, pero una de las cosas importantes es la nueva regulación de que clubes masculinos puedan apoyar a equipos femeninos, las aficiones también se han vinculado. Y cuando hablamos de cifras, en 2012 había 1.000 jugadoras, y en 2019 casi 100.000. Es un tema proporcional”, explicó Elieth Artavia, comisionada de la Unión Femenina de Fútbol, Uniffut.
Proyección a futuro
Ahora, el fútbol femenino necesita el apoyo real de los aficionados y, sobre todo, de los patrocinadores que se hagan presentes rumbo a la profesionalización del deporte en la rama femenina.
Según Ocampo, “el reto es generar recursos para darle sostenibilidad, pero creo que seguirá creciendo en los próximos años, en curva ascendente y posibilidad de abrir espacios. El otro año ya habrá venta de las camisas de jugadoras que han tenido una alta demanda en la afición”.
Por otra parte, el regreso de jugadoras de peso como Shirley Cruz y Gloriana Villalobos significa un mayor impacto a nivel nacional.
“En unas encuestas que hemos hecho en talleres, las niñas las ven como figuras a seguir en este caso Gloriana Villalobos, Shirley Cruz y la misma Raquel Rodríguez (legionaria) han estado de manera positiva. No solo las niñas quieren seguirlas, sino la población tica empieza a conocer las jugadoras”, añadió Artavia.
El próximo paso que el fútbol femenino buscará es llegar a la profesionalización y ser parte de la fiesta del balompié femenino, pues Costa Rica podría llegar a ser sede del Mundial Femenino Sub 20 junto con Panamá, y lo vivido la noche del lunes en el Morera Soto podría ayudar a que sea una realidad.“Estoy segura de que podemos lograrlo si trabajamos unidos por el fútbol femenino, pensando en todas la niñas que vienen, creo que nos tienen que dar un espacio porque estamos capacitados para trabajar”, finalizó Salas.