Ángela abrió camino a muchas. Defensora de la mujer y de la infancia, hizo avanzar a las féminas en Costa Rica.
Inició sus estudios en la Escuela Superior de Niñas nº2 y de ahí pasó al Colegio Superior de Señoritas para cursar secundaria.
Al terminar se fue a Francia e Inglaterra, con apenas 17 años, para continuar sus estudios. En Europa conoció de primera mano el movimiento sufragista de las mujeres (por el derecho al voto de ellas, en Costa Rica no se legalizó hasta 1949).
Seis años más tarde, en 1912, regresó a nuestro país para continuar sus estudios en la Universidad. Tras un año para completar el Bachillerato, entró a la Escuela de Derecho.
Fue una pionera en muchos frentes. En 1919 se convirtió en la primera mujer en trabajar para el Ministerio de Educación. Ahí inició una lucha para que todos los profesores tuvieran igual salario, fueran hombres o mujeres.
Durante todos estos años siguió involucrada en las luchas feministas. En 1923 fundó junto a otras la Liga Feminista de Costa Rica, de la que fue su primera presidenta.
En 1925 se graduó con honores y se convirtió en la primera mujer jurista de Costa Rica y de Centroamérica.
Se especializó en Derecho Internacional de los Derechos Humanos. Su carrera la dedicó a luchar por los niños y las mujeres.
Después hizo carrera diplomática. Fue delegada de Costa Rica ante la Comisión Interamericana de Mujeres, fue la primera mujer embajadora ante la Organización de Estados Americanos y más tarde fue miembro inaugural de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
En 1957 la Unión de Mujeres Americanas la declaró ‘Mujer de las Américas’. En 1982 fue nombrada ‘Benemérita de la Patria’ y desde 1983 el Instituto Nacional de las Mujeres entrega el ‘Premio Nacional por la Igualdad y Equidad de Género Ángela Acuña Braun’, para medios de comunicación que informan sin sexismo y aportan a la igualdad de género.