Por: Andrea Hidalgo

Brithany, Odalia, Seidy, Gladys, Heisel, Yesika, Marianela y Mirlene murieron víctimas de femicidios durante los primeros meses del año, según datos del Observatorio de Violencia de Género contra las Mujeres y Acceso a la Justicia.

La cifra, que contempla los casos registrados hasta el 6 de agosto, es alarmante, pero menor a la que se presentó en el mismo periodo de 2018, cuando el país cerró agosto con un acumulado de 16 casos. En total, el año pasado se presentaron 26 femicidios.

De las ocho víctimas de este 2019 una era menor de edad y seis de ellas eran madres.

San José, Guanacaste y Puntarenas fueron las provincias en que se presentaron más femicidios, con dos en cada una. Mientras que el cantón con más incidencia fue Santa Cruz, Guanacaste.

Señales de alerta

El femicidio es la más grave de las violencias de género, en la cual una mujer es asesinada, por su condición de mujer, usualmente a manos de su pareja actual o pasada, o de otro hombre con quien no tiene o tuvo una relación de pareja. Son mujeres que murieron a manos de hombres que se creyeron sus dueños, quienes voluntariamente decidieron acabar con ellas cuando éstas defendían sus derechos a una vida libre y sin violencia.

Este tipo de violencia se manifiesta en múltiples formas, por lo general de manera escalonada. Lo que inicia como una broma puede convertirse en un insulto, más adelante en agresión física hasta culminar en la muerte.

«Usualmente la víctima ni si quiera es consciente de que es agredida. Hay pequeños comentarios que minimizan a la persona y posteriormente la hacen sentir culpable hasta que se convierte en parte de la rutina (la agresión) y es normalizado», explicó Josymar Chacín, especialista es psicología.