Cambio del rol masculino en las empresas, reparto equitativo de las tareas del cuido y el hogar, pero también expresarse de una forma diferente, puntales de cambio en la sociedad.
Por: Ticas Poderosas
Desde eliminar toda forma de violencia contra la mujer, hasta la equiparación salarial, entre otras muchas metas; ese es el camino por recorrer que tiene nuestra sociedad en materia de género y por el que un cada vez más numeroso grupo de hombres aboga por una nueva masculinidad, en la que no tiene problema por tener una jefa que le discuta su trabajo, o que se siente libre de llorar frente a otros congéneres.
Se trata de un tema relativamente nuevo sobre la mesa, “pero a partir de los año 90 tomar fuerza un movimiento para trabajar el tema de masculinidades”, explica Andrés Valenciano, presidente del Instituto Nacional de Aprendizaje (INA), que forma parte de un red de instituciones públicas en Costa Rica que trabaja sobre nuevas masculinidades. Valenciano hablará sobre Masculinidad 2.0 en la IV Conferencia Euro-Americana de Liderazgo Colaborativo ‘Diseñando para la inclusión de género’, en la búsqueda de una cultura más inclusiva y equitativa en las empresas y “sensibilizar acerca del nuevo rol de los hombres en la época de la Cuarta Revolución Industrial”.
Con ello, se incide en que los hombres tienen cuotas de responsabilidad en las tareas del hogar y el cuido familiar; así como en la forma de expresar sus sentimientos.
También algunas empresas en el país incluyen el asunto de la masculinidad en sus políticas de equidad. “No todas lo manejan, pero cuando lo hacen tienen más impacto, con mucha más velocidad logran reducir las brechas” de género, aduce Valenciano, introduciéndolo en sus planes estratégicos.
“Falta muchísimo, pero se empieza a posicionar. Aún hay muchos tabús, mucha desinformación, mucho estereotipo, pero cuando se logra abordar con datos, se demuestra que es un ganar-ganar para todos”, asegura el funcionario.
Una de estas es Western Union, que con la iniciativa ‘Second Parents’ busca que los padres puedan pasar tiempo con sus hijos y parejas tras el nacimiento. Son apenas 10 días (la licencia por maternidad -establecida por ley- es de 120 días remunerados), pero es un indicio del interés de las empresas.
En este sentido, hay que recordar que el diputado Enrique Sánchez (PAC) propone una licencia por paternidad de 90 días para los padres, diseñada para promover la corresponsabilidad en la crianza de los bebés y atacar la discriminación que sufren las mujeres en sus trabajos, homologando las licencias en igualdad de condiciones.
La iniciativa de Sánchez ha hecho que algunas cámaras empresariales muestren reticencias. “Lo que me parece importante es que este proyecto pone el tema sobre la mesa, lo tendrán que discutir todos los sectores. Debemos trabajar todos para llegar a estrategias a nivel país que permitan el pleno desarrollo y la participación activa de las personas en vida familiar, política y económica”, comenta el presidente del INA.
Así, es necesario desechar estereotipos. Muchas veces el hombre que trabaja en esta nueva masculinidad recibe burlas de sus compañeros y amigos, por considerar que hace cosas ‘de mujeres’.
Y es que la mujer dedica entre dos y diez veces más tiempo al cuido familiar (tanto de hijos, como de adultos mayores) y del hogar que el hombre. “Además de un deber, también es un derecho del hombre asumir esas cuotas. Cuando esto sucede, tiene un efecto colateral instrumental: que la mujer puede dedicar más tiempo a su desarrollo profesional”, concluye Valenciano.