Casi ocho de cada diez mujeres han tenido que soportar “piropos y obscenidades”, además de comentarios sin su consentimiento, según el Estado de los Derechos Humanos de las Mujeres en Costa Rica.
Por: Fiorella Montoya
El lugar no es importante, mucho menos la edad; caminar en la calle de día o de noche sin importar la ropa que use o hacia donde me dirija. Pasó en un puente, en la acera, en el centro de la ciudad, camino al trabajo, a la universidad… El sentimiento fue inimaginable, me tocaron, me gritaron, me grabaron.
Cualquier mujer podría ser la protagonista de este párrafo pues el acoso callejero ha sido constante durante mucho tiempo, pero hoy por fin podría ser un camino a tener menos miedo. La Ley Contra el Acoso Sexual Callejero se encuentra en discusión en la Asamblea Legislativa y busca que las mujeres puedan caminar libres y seguras.
“Queremos poder caminar tranquilas por la calle, apropiarnos de los espacios públicos, más participación social, el fin principal jurídicamente es la autodeterminación sexual, estamos resguardando que podás decidir con quién tener un contacto sexual y en qué sentido. Que en la calle no te griten, no te graben y después lo suban, que no te persigan, esas cosas queremos proteger, muchas de estas no son delito”, explicó Amanda Segura, abogada en el Instituto Nacional de las Mujeres (Inamu).
El proyecto de ley establece penar como delitos las siguientes acciones: exhibicionismo o masturbación en espacios públicos, de acceso público o en medio de transporte remunerado de personas. También, cuando hay persecución o acorralamiento y cuando hay producción de material audiovisual.
“Vivimos una sociedad de esta cultura, el derecho que tienen fundamentalmente los hombres sobre los cuerpos de las mujeres, de opinar sobre cómo viste y de expresarse en forma sexualizada y eso se ha visto absolutamente como normal, hablamos de un cambio cultural que es lo más importante, producto de las luchas especialmente las mujeres jóvenes”, mencionó la diputada, Nielsen Pérez.
Antes de presentarse la ley lo que existía es el Protocolo Policial contra el Acoso Callejero y gracias a ello, se han detenido más de 80 personas según datos del Ministerio de Seguridad, todos los detenidos por acosar fueron hombres.
¿Realmente sucede tan seguido?
Basta con realizar la pregunta a cualquier mujer para enterarse que sí ha sufrido de acoso callejero y posiblemente más de una vez en su vida.
María José Jiménez, al momento no supo qué hacer y esperó mucho tiempo para poder al menos llorar al llegar a su casa.
“Iba con mi tía y con mi mamá, teníamos que pasar por un lugar con demasiada gente, pasamos en fila, en ese orden. Yo sentí como que me tocaron un glúteo pero pensé que había sido sin intención puesto que había tanta gente pero fue cuestión de segundos cuando me volvieron a tocar, esta vez la mano del señor fue hacia adentro él empezó a meter la mano como para llegar a mi vagina”, explicó.
También Marielena Montoya fue víctima de esto camino a su universidad, “estaba a punto de llegar, había un muchacho en la acera del otro lado al cual yo iba a cruzar, el también cruzó, y a la mitad de la calle, me dijo al oído: “mami cuando nos echamos un polvo”. Me sentí horrible, sola, con impotencia de no poder hacer nada, con enojo de que posiblemente él ya le había dicho eso a alguna chica más, y sin importarle nada iba a seguirlo haciendo”, mencionó la joven de 20 años.
Las estadísticas no mienten cuando hablan de lo que debe atravesar una mujer, el pasado martes la Asamblea Legislativa votó el proyecto en primer debate con 49 votos a favor de manera unánime y el mensaje de la diputada Ivonne Acuña fue contundente y sin duda contextualiza bien el sentimiento de acoso.
«Miedo, asco, repudio, impotencia de no poder defenderse, inseguridad, enojo, frustración, culpa, limitación y así podríamos seguir hablando de los sentimientos que nos generan estas conductas»
(Ivonne Acuñada, diputada)
Esto recae en la verdadera importancia que tiene el proyecto en cada una de las mujeres que se identifican con esos sentimientos, posiblemente todas. Ahora es una nueva oportunidad de alzar la voz, pero esta vez con la ley de lado.
“Procuramos acceso a la justicia, es un paso para que nos de menos miedo, el Estado tiene ahora la responsabilidad de hacer algo, es un reconocimiento social, jurídico y simbólico. Genera una cultura de denuncia, de que podamos hacer algo más allá de leerlas en Twitter, que podamos tomar acciones”, agregó Segura.
¿Qué sucede en la Asamblea Legislativa?
Se esperaba que el pasado jueves 11 de junio fuera aprobado en segundo debate. Pero un grupo de 12 diputados enviaron a consulta el proyecto a la Sala Constitucional, el miércoles 10 junio.
Carlos Avendaño, Xiomara Rodríguez, Geovanni Gómez, Floria Segreda, Mélvin Núñez de Restauración Nacional; Gourzong, Luis Antonio Aiza, Jorge Fonseca y Paola Valladares del Partido Liberación Nacional; Otto Vargas del Partido Republicano Social Cristiano; y Oscar Cascante del Partido Unidad Social Cristiana.
Los diputados mencionaron que se debe revisar la escritura del proyecto ya que podría depender de la interpretación de la persona juzgadora.
“Uno es el artículo uno, todo lo que tiene que ver con el objeto de este proyecto pero en especial por la definición de acoso sexual callejero. El otro, el tema tiene que ver con la introducción de la contravención y un título que tiene que ver con delito sexual y por criterio de ellos, que hay una serie de características que no cumplen con la jurisdicción constitucional”, menciona la diputada Pérez con respecto a la posición de sus compañeros legisladores.
Ahora la Sala tiene un periodo de 30 días para analizar el proyecto, de existir cambios se deben hacer y luego votar nuevamente en primer y segundo debate pero de no existir ningún problema se debe proceder a votar el segundo debate de una vez.