Apenas 12 alcaldesas salieron elegidas en las votaciones de 2016, de 81 bandas en juego (el próximo año habrá 82). El domingo 2 de febrero de 2020 habrá elecciones municipales.

Por: Fiorella Montoya

Hace poco más de 70 años una mujer ejerció su derecho al voto por primera vez en Costa Rica.  La lucha incansable continúa año con año buscando la igualdad en la política. Ya Costa Rica tuvo su primera presidenta y la participación femenina busca seguir teniendo protagonismo.

Es por eso que el 2 de febrero de 2020 las urnas electorales estarán abiertas, y entre las opciones habrá partidos representados por mujeres que deciden alzar la voz y tomar la batuta dentro de sus cantones, algo que hace un siglo era inimaginable.

Las candidaturas todavía no se han cerrado al 100 %, por lo que el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) no ha podido facilitar el dato de cuántas mujeres lideran las listas municipales.

“Se deben seguir combatiendo las brechas y las desigualdades de género desde la casa y asegurar una educación inclusiva, participativa y generadora de conciencia social. Hemos ido alcanzando mejores posiciones políticas sin embargo, aún existe la brecha de género”, dijo Jeannette Edwards candidata a la alcaldía del cantón central de Limón por el partido Restauración Nacional.

Cuando se habla de política, muchas veces se omite el hecho de vivir en una democracia que busca igualdad para todos sus ciudadanos. Para eso se necesita la participación activa de cada costarricense y es por eso que hoy, mujeres valientes buscan alcanzar la silla municipal.

“Es importante hacer énfasis que en el año 2009 se logró una reforma del Código Electoral hacia la paridad de hombres y mujeres en la participación política, tanto a nivel de las nóminas electorales como en los órganos partidarios, incluye el principio de participación política por género dándole la oportunidad a la mujer de ser participativa, inclusiva y tener principios de igualdad”, explicó la abogada y candidata de Unidos Podemos por el cantón de El Guarco, Betzabé Piedra.

Aunque 70 años pueden sonar lejanos, hoy la brecha pareciera ser más corta dentro de las candidaturas a los municipios, pues en el año 2010 y 2016 existió mayor participación femenina en las votaciones.

“En 2010, tuvimos una participación nacional de 27,9 % en ese caso los hombres 27,6 % y las mujeres 28,2 %. Hay un aumento en participación nacional específicamente en el tema de mujeres. Siempre votan más las mujeres, esperamos que para 2020 se pueda aumentar”, indicó Esteban Durán, vocero del TSE.


Según las estadísticas más recientes en elecciones municipales quienes más ejercen su voto son las mujeres.

Brecha política

A pesar de que los datos respaldan el crecimiento en postulación no es lo mismo cuando se habla de escogencia. En 2016 los hombres alcanzaron un total de 69 alcaldías, mientras que las mujeres actualmente ocupan 12 puestos municipales.

Es por eso que el derecho al voto va más allá de una candidatura, pues la población es quien decide y desde los partidos políticos se debe brindar esa apertura.

“A nivel municipal se sabe que hay poca participación de mujeres y no se debe a que no quieren participar. Desde lo interno de partidos, en los procesos de toma de decisiones rumbo a candidatura  en su mayoría son hombres, somos la mitad de la población, es lo mínimo que tendríamos que tener dentro de nuestro sistema electoral”, dijo Gina Sibaja, politóloga.

Por otra parte, las mujeres deben lidiar aún con el machismo o como lo llama la candidata de Liberación Nacional a alcaldesa de Liberia, Alejandra Larios: violencia política.

“A mí me han dicho: Alejandra usted ahora tiene una gran responsabilidad porque de usted dependerá  que se le cierren o se le abran puertas a mujeres en el futuro. En primer lugar no veo que a ningún hombre se le hayan cerrado puertas por pésimas gestiones y yo no estoy para cerrarle las puertas a nadie sino para empoderarnos y creer que somos capaces de llegar”, añadió Larios.

Una de las candidatas veló incluso porque el lenguaje en las papeletas no invisibilizara a la mujer, pues los términos eran utilizados únicamente en masculino.


La cantidad de participación general en elecciones municipales ha aumentado y con ella, la participación femenina.

Importancia participativa

“La mujer cada día sigue siendo un elemento muy importante dentro de la sociedad y tiene la credibilidad de ser mejor y ser una digna representante en su familia, en su comunidad y sociedad”, agregó Piedra.

Por otra parte, se necesita que no se le vea como parte de una estrategia política sino creer desde las capacidades hasta sus grandes aciertos en la historia del país.

“Somos un factor importante y tenemos la facultad de estar presentes en  acontecimientos y la toma de decisiones de nuestro país. La capacidad debe ser reconocida por ideas y aportes que brindamos”, finalizó Edwards.

Lea también: Voto de la mujer en Costa Rica cumple 70 años

Parte de todo eso, es enterarse que la mitad de padrón electoral está representado y que los partidos entiendan la importancia de la participación femenina, así lo menciona Sibaja.

“La política adquiere mayor legitimidad, es más compartida con los diferentes sectores, posibilidad de toma de decisiones para una colectividad, las mujeres serían las llamadas a reivindicar las grandes desigualdades en materia de género que hemos vivido y podría empujar reformas distintas”, explicó la politóloga.  

Poco a poco los esfuerzos dentro de Costa Rica toman forma, pues se tuvo la primera presidenta de la República (Laura Chinchilla), tres mujeres presidentas de la Asamblea Legislativa y recientemente una costarricense, Elizabeth Odio, fue nombrada presidenta de la Corte Interamericana de los Derechos Humanos.

Cambios significativos que pueden representar un avance rumbo a una igualdad que podría iniciar en una silla municipal, con mujeres valientes, empoderadas y sin temor de alzar la voz en construcción de un mejor país.

“La mujer cada día sigue siendo un elemento muy importante dentro de la sociedad y tiene la credibilidad de ser mejor cada día y ser una digna representante en su familia, en su comunidad y en la sociedad”, finalizó Betzabé Piedra.