El 35% de padres de familia espera que sus hijos estudien una carrera en STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), mientras que sólo el 13% espera lo mismo de sus hijas.
Por: Miriet Ábrego
“No existe en el país un sistema para fomentar el emprendimiento femenino STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, por sus siglas en inglés). El primero es CONSTELAR, y no existe porque lo que se ha fomentado en los últimos años y más con la pandemia es el emprendimiento de subsistencia”, adujo Ileana Hidalgo, Secretaria Ejecutiva del Consejo Nacional para Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CONICIT).
Entre 2014 y 2019 solo una tercera parte de los graduados de Tecnología Ingeniería y Ciencia (TIC) en Costa Rica fueron mujeres, quienes además son las que mayormente pierden oportunidades de empleo durante la reactivación económica en el país, según HIPATIA.
La meta mediante el programa de incubación en CONSTELAR es lograr formalizar emprendimientos para poder optar por fondos de capital de riesgo y así que las mujeres puedan dar el paso a formar compañías, y que en algún momento se puedan vender o producir grandes ganancias, conseguir socios que ayuden a expandir y dar empleos. Las seleccionadas tendrán un programa de 14 semanas para fortalecer su propuesta e incrementar las posibilidades de convertirse en una empresa estable y exitosa, financieramente viable y con potencial crecimiento local e internacional.
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Esto, con el apoyo de clubes de academia como una comunidad y red de mujeres en STEM agrupadas en las universidades del país, además del programa de incubación, que recibió más de 100 aplicaciones de ideas y soluciones de base tecnológica lideradas por mujeres, y ya seleccionó a las primeras 12 mujeres que recibirán un acompañamiento para el desarrollo empresarial, trabajo con asesores especializados para el desarrollo de prototipos y finalmente poder optar por un capital semilla de ser escogida la propuesta.
Hay propuestas de los sectores de agricultura, salud, greentech, matemáticas y educación.
“Típicamente en la primera etapa de prototipado se dan US$10.000, en una segunda etapa la idea sería buscar más financiamiento y pasar a US$100.000 para el proyecto elegido y posiblemente un segundo proyecto también sea contemplado para esta etapa. Estamos muy contentos porque hubo más de 100 aplicaciones”, mencionó Giselle Tamayo, presidenta del CONICIT y directora del Centro de Investigación en Productos Naturales (CIPRONA) de la Universidad de Costa Rica (UCR).
El programa es desarrollado por la Fundación Costa Rica Estados Unidos para la Cooperación (CRUSA) y el CONICIT, en coalición con la incubadora Impact Hub San José.
Profesionales y niñas hacia el STEM
El sistema educativo es clave en el camino hacia una sociedad más equilibrada para la mujer. Este debería centrarse en el desarrollo de capacidades explorando habilidades y gustos desde tempranas edades, pero al mismo tiempo urge brindar flexibilidad y opciones para las féminas, que están prácticamente obligadas a cumplir los viejos roles vigentes (y en muchos casos normalizados en nuestra sociedad), para que puedan avanzar en estos puestos.
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Datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) señalan que el 35% de padres de familia espera que sus hijos estudien una carrera en STEM, mientras que sólo el 13% espera lo mismo de sus hijas. Por otro lado, la UNESCO advirtió de la desventaja de la mujer en avanzar entre los niveles de educación universitaria, sobre todo en la transición entre los estudios de maestría y doctorado, donde la diferencia llega a 40 puntos porcentuales entre hombres y mujeres dedicados a la investigación en estas áreas.
Silvia Chaves, propietaria y gerente general de Florex (productos de limpieza amigables con el ambiente) ve un sesgo al generalizarse como un tema de autoestima femenina como factor para alcanzar mayor participación en áreas de ciencia y tecnología. “Ellas sí se lo creen, pero viven agobiadas porque el sistema las acosa, las excluye. No es un tema de decir pobrecitas, necesitan que se les fortalezca el autoestima. No, no somos nosotras el problema, lo es el sistema que las va sacando y excluyendo” afirmó.
Hidalgo señala que “a falta de colegios científicos o tecnológicos cercanos, las familias evitan que estudien. O si tienen hijos muy jóvenes, quedan rezagadas; y sin embargo, las que logran estudiar y tener un buen trabajo ven interrumpida su vida productiva por la maternidad: en un aproximado de diez o más años no puedes trabajar a gusto, o no puedes escalar posiciones a diferencia de tus compañeros hombres. Y luego viene otra etapa muy dura, que es el cuido de otros familiares. Esto es lo que espera la sociedad del rol femenino y esto no solo lo vemos en Latinoamérica” .
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Según Chaves, las oportunidades no se encuentran abiertas por lo que hay que generarlas y no solo buscarlas, si no dársela a otras, en el camino a una sociedad más justa y equilibrada.
“Este futuro que viene son generaciones que llevan una vida más equilibrada y dentro de eso se ve que no tienen esas aculturaciones que hacemos del machismo, la diversidad sexual, que si somos pobres o ricos, si se tiene estudios, o no, no hacen esas diferenciaciones entonces yo tengo mucha fe en este futuro y que la mujer va a sentirse más confortable en el”, finalizó Giselle Tamayo.