¿Qué precio tiene un amor? O mejor dicho ¿Cuánto estamos dispuestas a invertir por un amor? A mi me han dejado (entre muchas otras razones) porque la única deuda que nos unía era la mensualidad de Netflix, todo el mes por $7,99.
Por: Renata Infante*
Pues sí, parece ser que la idea patriarcal del poder sobre la otra, es decir, nosotras las mujeres, prevalece en una relación que, a veces, utópicamente seguimos creyéndola de iguales, de peers, de acompañantes de vida.
Este vínculo, de lo material, de lo que puedo poseer, prima sobre lo intangible como si no bastara con que hayamos decidido compartir nuestra vida, nuestra libertad, nuestros sueños, nuestros momentos de gloria y nuestras sombras.
Ya bien lo decía mi compatriota, por nuestra doble nacionalidad (tica y mexicana), Chavela Vargas: “Todo el mundo quiere a una persona independiente hasta que la conoce”.
Y no vayan ustedes amigos y amigas que me conceden la dicha de leerme de creer que no estoy dispuesta a construir un patrimonio con mi partner, pero a lo que no estoy dispuesta es a sostener una relación basada en la deuda que nos une.
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¡Hasta que las deudas los separen!, es una promesa que me niego a cumplir. No estoy dispuesta a empeñar mi felicidad y mi libertad a cambio de una idea capitalista y falocéntrica de estabilidad.
Que la ausencia de deuda sea inversamente proporcional a la cantidad de estabilidad percibida no me cuadra, me niego a empeñar mi vida a cambio de una “deuda amorosa”.
Y es que hace mucho tiempo aprendí a decir no, la verdad es que no me cuesta en lo absoluto. También aprendí a tomar el control de mi vida, mi cuerpo, mis finanzas y, ante todo, aprendí a tomar responsabilidad sobre mis decisiones. Por eso, llegando a mi casa a iniciar el proceso de duelo por la relación que yo creía que era y no fue, se imaginarán que lo primero que hice fue abrirme una cuenta de Netflix: todo el mes por $7,99.
*Psicóloga especialista en equidad de género y derechos humanos